Ausente de sensaciones,
perfumo mis dedos
y escribo.

Invoco la vendimia de los tiempos,
en los monjes
que sobrevuelan mis letras,
mis sueños, mis viajes.
Menciono los mundos paralelos
y enciendo la vela de la presencia inmortal,
que se esconde en mis líneas.
Y libero el vuelo roto.
MentesSueltas