sábado, 9 de julio de 2011

Dolor, del feo... "Hasta siempre, Facundo"




Tuve la fortuna de conocerlo personalmente y hablar con él. Le regalé este homenaje, siempre me conmovió la posibilidad que lo lea... hoy, tan triste le dedico nuevamente estas letras.

Hasta siempre, Facundo.



Gracias Facundo, por ayudarme a recuperar el aroma del orégano que me recuerda a mi abuela, por sobre el estruendo de la munición.

El color del arroyo y el vuelo de la gaviota, cuando un niño sufre. Por recordarnos que debemos disfrutar el delicioso silencio del bosque, pues el hombre aún no llegó con su esquizofrenia y el colibrí no tiene hambre.

Por restaurar el color perdido en el barro de las batallas y entender que las flores cubrirán las tumbas, para reafirmar que la vida sigue.

Por intentar reconquistar la sal del mar en nuestros labios y el viento frío que nos queda suspendido de un hilo en el pecho. Y la mujer de cualquier pueblo que canta, pues es libre cuando elige las verduras.

Gracias Facundo por recordarnos, que nos debe molestar el hambre de los abuelos y el lujo del vaticano.

Gracias por enseñarme que existen las piedras en los caminos de un pueblo español que no conozco, la alegría de los mejicanos, la tenacidad de los aldeanos del desierto, la hospitalidad de los hindúes y la amabilidad que significa compartir el vino. Por hacerme pensar en el sonido de una guitarra, en los patios de Andalucía, en la serenidad de los orientales y el calor que nos bendice en el verano.

La tenaz alegría de una canción de amor, por el humor, por reivindicar el aroma al eucalipto y el canto del zorzal.

Gracias por resaltar la fragancia del limonero, mientras la luna refleja nuestra infancia en el patio de la casa paterna. La sencillez de las cosas que nos hacen bien. El amor,las risas, la mano de un hijo. Sabiendo que esa, es otra mano, es otra vida, que nosotros sólo le abrimos el sendero de la vida a sus propios caminos.

Por decirnos, que joder y poder son muy similares.

Aquí Facundo tú dirías
"La vida es una fiesta",
mientras lloro,
pues estoy vivo.


MentesSueltas, mi homenaje a Facundo Cabral, caminante, filósofo de las cosas sencillas y decidor, persona que influyó decididamente en mi vida.
Agosto 2007