de tus latidos.
Y la lentitud
de mis movimientos.
Espacio dedicado a las Mentes Sueltas, las que no tienen un lugar y esperan el ansiado movimiento. Una plaza imaginaria... para jugar libremente, sueltos.
Y fui luz
Ásperas las ánforas
de la piel
que abandono
en este vuelo.
Secos los cántaros
de nuestro amor antiguo.
Secos los árboles
y los pájaros
de nuestra vida lejana.
Que fue lenta,
fue lápiz
y ahora es sólo
un papel vencido y extenuado.
Dejo las sílabas de Borges
en mis bolsillos.
Y los cuentos sin sonidos
en el césped misterioso,
frente al espejo.
Y fui luz. Por fin.
Y soy luz.
Me voy al valle
donde no existen los sahumerios
pues abundan los aromas.
y las flores.
Me voy,
en un clímax de palabras ausentes.
secas y profanas.
Por fin vuelo rumbo a Camelot
a recorrer los trigales de España
y las playas de Italia.
Por fin la luz.
La blanca luz
me levanta invisible.
Secos los cántaros
de nuestra piel
ya vieja.
Secos los pájaros.
He muerto.
Y tú lo sabes
Y ya no sufro.
Haré el vuelo final sobre Bergen
en mi Noruega desconocida.
Me voy rumbo al fuego final.
Seré un ángel
en tus atardeceres.
Y mi lápiz, mármol o
nácar tal vez.
¿Me acompañás?
Una vieja y lenta canción de amor, que no me pertenece.
De unos años lejanos y tristes, que no me pertenecen.
Los aromas de culturas, que no me pertenecen.
Rituales íntimos, que no me pertenecen.
La nada, que no me pertenece.
Tu cuerpo, me pertenece.
Mi cuerpo, te pertenece.
El todo, nos pertenece.
Nos amamos.
Siempre.
Así.
Así.
Siempre.
Nos amamos.
El todo, nos pertenece.
Mi cuerpo, te pertenece.
Tu cuerpo, me pertenece.
La nada, que no me pertenece.
Rituales íntimos, que no me pertenecen.
Los aromas de culturas, que no me pertenecen.
De unos años lejanos y tristes, que no me pertenecen.
Una vieja y lenta canción de amor, que no me pertenece.
MentesSueltas
El hombre añora lo que no tiene o lo valora cuando lo pierde. Pensamos que si lo obtenemos seremos felices. Recordé aquello que mientras encuentras lo que buscas, sé feliz con lo que tienes…
La felicidad pues es disfrutar lo nuestro, lo que nos toca y tenemos al alcance de la mano, el resto es la ilusión de la felicidad.
En fin… sigo en reposo, con algo de dolor y muy molesto.
MentesSueltas
Como empezando cada vez…
Para que
tus senderos sean nuevos,
como en el primer roce.
Para caminar tus elevaciones
como la primera vez
descubriéndote,
siempre.
Eternamente.
MentesSueltas
Me siento a esperar
el atardecer
de mis memorias…
La madera lustrada, el marrón iluminado por el rojo sangre.